En la actualidad, el feminismo es uno de los grandes y nuevos debates que se han  generado. El intento de recuperar el poder perdido de la mujer ha producido problemas y discusiones sobre la estructura en la sociedad de hoy en día. Este tipo de conflictos se pueden observar en la exigencia de igualdad en el trabajo (puestos y salarios) así como en otros casos.
A pesar de ciertos hechos en los que se pelean temas que se pueden considerar como justos, también existen controversias como la consideración del lenguaje español como sexista o machista. Este pensamiento es debido al uso de las generalizaciones en modo masculino, como por ejemplo: “niños” en vez de “niñas y niños” o “presidente” en vez de decir “presidenta” ( en casos que se ocupe el cargo por una mujer).
Se cree que este tipo de usos gramaticales en la vida diaria ha creado o influenciado a la población en la que vivimos a convertirse en una población misógena. Debido a lo anterior, grupos de feministas exigen cambios inmediatos; sin embargo, pese a lo creído por estos grupos, el léxico español fue construido de una manera correcta y sin alguna inclinación hacia el machismo. No obstante, es comprensible la exigencia que demandan y la perspectivas que estos grupos conservan.
Este tipo de ideas resaltan cada vez más en las nuevas generaciones, asimismo, esto ha llevado tras el paso del tiempo a un cambio drástica en nuestra en nuestra infraestructura social. Concluyendo así, un aspecto a solucionar sería llegar a un acuerdo en la población masculina tanto como femenina para determinar los términos justos en el léxico español de una manera en que se pueda modificar y usar tanto el masculino como el femenino en las generalizaciones ("niñas y niños" en vez de sólo "niños") sin editar suficiente como para caer en cambios insignificativos. De esa manera, se crearía un ambiente más pacífico entre todas las mentes inconformes.